Despertar-y-Dormir: Enseñando a los Bebés a Dormir por Sí Mismos

Sorpresa: El entrenamiento del sueño no se trata de hacer que tu bebé duerma toda la noche. La verdad es que ningún bebé... ningún niño... ningún adulto DUERME toda la noche. ¡Así es! ¡Leíste bien! Todos nos despertamos al menos un poco de tres a cuatro veces por noche. De hecho, los recién nacidos tienen ciclos de sueño extremadamente rápidos, lo que significa que vuelven a un sueño muy ligero—fácilmente interrumpible—aproximadamente cada 45 a 60 minutos, haciéndolos vulnerables a despertares durante toda la noche. Por lo tanto, tu objetivo al entrenar el sueño no es realmente hacer que tu bebé duerma toda la noche, sino ayudarle a aprender a calmarse por sí mismo cuando inevitablemente se despierte en medio de la noche y necesite volver a dormir. ¿Bueno saberlo, verdad? ¡Pero es aún mejor saber cómo enseñarle a tu pequeño a hacerlo! Aquí te ayudamos.

Reconsidera el entrenamiento del sueño infantil.

¿Qué es exactamente el entrenamiento del sueño? A menudo se usa el término entrenamiento del sueño como sinónimo de 'dejar llorar al bebé', pero eso no es correcto. Existen muchos métodos de entrenamiento del sueño. El método de 'dejar llorar al bebé' es solo uno de ellos. Pero al final, todos los métodos de entrenamiento del sueño buscan lo mismo: enseñarle a tu bebé que es capaz de dormirse por sí mismo. Aprender a calmarse durante la noche no solo ayudará a tu pequeño a dormir más, sino que también te ayudará a ti.

¿Cuál es la edad adecuada para el entrenamiento del sueño?

El entrenamiento del sueño debe comenzar según el desarrollo de su bebé. Esto generalmente significa que los bebés están listos para el entrenamiento tradicional del sueño entre los 4 y 6 meses de edad, antes de que tengan tiempo de acostumbrarse demasiado a dormirse meciéndose o amamantando. La gran excepción a esta regla: ¡Si utilizas el método de despertar y dormir, puedes comenzar el entrenamiento del sueño cuando quieras!

Enseña a tu bebé a calmarse por sí mismo.

Por tentador que sea arrullar a tu bebé para dormir en tus brazos y deslizarlo sigilosamente en su moisés, hacerlo todas las noches hace que tu pequeño dependa de tu ayuda durante esos despertares nocturnos. Claro, puedes seguir disfrutando el dejar que tu bebé duerma en tus brazos, pero te sugiero que ayudes a tu bebé a desarrollar las habilidades que necesita para dormirse por su cuenta, porque, sinceramente, ¡pueden hacerlo!